A los 39 años, Luifa sumó 28 puntos y 13 rebotes ante Francia, alcanzó los 700 y continúa agigantando su leyenda.
Luis Scola tiene 39 años y sigue corriendo como si tuviera 25. El capitán argentino no para, continúa siendo determinante y hace historia para la selección argentina de básquet que se metió en la final en China.
El legendario número 4 fue el jugador más destacado de la semifinal ante Francia, marcando 28 puntos y 13 rebotes ante Francia. De este modo, sumó 700 y saca distancia como el segundo máximo anotador de la historia de los mundiales. Tercero quedó el australiano Andrew Gaze con 594 y primero con mucha diferencia Oscar Schmidt, con 843.
Con su temple, empuje y calidad, el capitán fue el goleador, el líder rebotero y la figura clave del partido: además, sumó 2 asistencia en 34 minutos de juego.
Además, cuando Francia se acercaba en el marcador hacia el final del partido, el sobreviviente de la Generación Dorada clavó dos triples seguidos para asegurar el triunfo a tres minutos del final.
Ante Serbia, el argentino había llegado a los 31 triunfos en Mundiales, superando al brasileño Ubiratán Pereira y al yugoslavo Drazen Dalipagic. Al mismo tiempo, igualará el récord en presencias en el partido ante España.
Luifa jugó además su tercera semifinal en mundiales, tras hacerlo en 2002 y 2006. Solo Valeri Tikhonenko con la Unión Soviética y Rusia y Vlade Divac con Yugoslavia habían logrado esa marca.
La Argentina le ganó 80 a 66 a Francia e irá en busca del título el domingo ante España, que dejó en el camino a Australia por 95-88.
“Muy buena victoria, aseguramos la medalla y ahora difícil superar esto, pero tenemos chances. Uno puede pronosticar cosas y al final pueden pasar o no. Alguna gente me miró con cara rara, pero estaba. El domingo juego, el lunes no sé qué puede pasar“, aseguró Scola, que quiere seguir haciendo historia.